Una aclaración con respecto al tema de los votos
Esta semana he estado ausente, y por eso me sorprendió ver en las estadísticas del blog un flujo de tráfico extra que no venía a cuento porque en este tiempo no había posteado nada. Me fui al blog del que venían las visitas (bastantes, por cierto) y descubrí la causa.
Resulta que hubo alguna/s persona/s a quien/es le/s sentó mal que os pidiera en este post que votárais mi foto en un concurso. Como sabréis todas yo no he obligado a nadie a votarme, sencillamente pedía el favor, quien no quisiera hacerlo era libre, y quién lo hiciese pues genial, y como agradecimiento prometí sortear parte del premio en el caso de que ganara, ya que además el proceso de voto de este concurso era un poco coñazo (y reconozco que no era ni el más justo ni el más adecuado) Pues la cuestión es que, como ya dije, a alguien le pareció fatal que pidiera votos a través de mi propio blog (ni que tuviera algo de malo, ya veis), y en vez de pasar de largo, dejar de leer el blog o hacerme saber que no le parecía bien, ¿sabéis qué hizo? No se le ocurre otra cosa mejor que "denunciarme" en el blog del que me vinieron las visitas y que no pienso nombrar ni enlazar porque no creo que se merezca la publicidad.
Hasta tal punto llegó la indignación de esta criaturilla con mi post que se fue a quejar de mí al susodicho blog, mediante un mensaje anónimo (toda una muestra de valentía y madurez, sí señor) comentando la cara tan dura que tengo por pedir votos para mi foto, que digo yo, si le parece os dejo el link y os pido que votéis al vecino, no te fastidie. Si es para eso directamente no digo nada y que gane el mejor (que visto lo visto, sería lo mejor que podría haber hecho) Como era de esperar, esta queja se publicó en un nuevo post del blog, donde directamente me acusaron de tener más cara que espalda, cosa que francamente me resbala, porque si a estas alturas de la vida tengo que llevar MI blog como los demás me digan estamos apañás...Lo más fuerte es que esta persona se atrevió al final a hacer la acusación pero hubo otra ex lectora que reconoció que también se acordó del blog de las críticas en cuanto leyó mi post, será que también se sintó dolida con mi manera de obrar (no te preocupes tú tampoco, que al final no he ganado el concurso ni "a tu costa" ni a la de nadie). Con deciros que la anónima dijo literalmente que se había sentido "bastante ofendida" Vamos, que si hay gente que se "ofende" por cosas como estas entonces no sé cómo harán en la vida real para lidiar con los problemas de verdad...Las hay más delicadas que la princesa del guisante.
Debo reconocer que a pesar de todo no podría estar más de acuerdo con las palabras con las que los autores del blog definieron a esta persona: ANÓNIMO REPRIMIDO. La verdad es que sí, porque ya hay que tener una vida muy triste y aburrida para estar al acecho de cualquier fallo o despropósito en los blogs ajenos para dar el chivatazo y ridiculizarlos ante los demás. ¿Ahora esto qué es, el Gran Hermano? Y me refiero a la obra de George Orwell, no al programa de Telecinco, aunque igual esta persona ni sabe que existe...¿Os acordáis en el cole que a los chivatos nunca se les tenía simpatía? Pues igual a alguien le ha costado superarlo...o eso o es que se aburre mucho.
Sea como sea, si la intención de esta persona era dejarme en ridículo o someterme a escarnio público le ha salido el tiro por la culata, porque al mencionar mi blog me ha hecho publicidad y ya sabéis que la publicidad trae visitas, que vengan de donde vengan pues siempre son bien recibidas.
Así que nada, desde aquí, y sin acritud ninguna, le brindo un aplauso a esta persona, que quiso ridiculizarme y terminó haciéndome un favor:
¡Olé tus ovarios, bonita!
P.D.: En lo que respecta al concurso al final no he ganado, la autora del blog volvió a convocar una segunda ronda de votaciones con los finalistas (sin haber avisado de esto al principio, cosa que me pareció muy mal) y como me pilló fuera no me enteré, aunque ya hacía tiempo que había perdido la ilusión con el concurso, porque el sistema de votaciones no era el más adecuado (y hubo mucha gente que se mostró en desacuerdo porque no era nada justo). Un chasco, vaya.