Hola chicas, hoy viene un post un poco distinto a lo que os tengo acostumbrada. Hoy vengo a quejarme de algo que, haciendo una simple búsqueda en Google, parece que les ha pasado a muchas más chicas en el resto del mundo. Antes que nada quiero dejar bien claro que en este post no estoy criticando ninguna empresa en concreto, ni a sus trabajadores, ni sus productos, etc. , sino que sólo quiero denunciar el trato que algunos empleados de esta y otras casas tienen hacia el cliente.

Pues hace más de dos semanas fui a la capital de provincia con una amiga y le comenté que por qué no nos pasábamos por el stand de MAC del Corte Inglés a ver qué tenían por ahí (sobre todo porque tenía la intención de probar los correctores). Cuando se lo mencioné puso un poco de cara de miedo en plan "¿Nos vamos a atrever?". Creo que ella (y me incluyo yo también) no es la única persona a la que le asusta la idea de acercarse a los stands de marcas selectivas del Corte Inglés, y ahora explicaré por qué, aunque muchas os lo imaginaréis.



Pues nos acercamos al stand y comenzamos a mirar lo que más teníamos a mano, que eran las sombras de ojos. Había unos colores realmente preciosos y estábamos probándolos en esto que se acerca la vendedora y, como era su deber, nos preguntó si nos podía ayudar. Le respondimos que sólo estábamos mirando y sonrió, pero no se apartó. Permaneció ahí, a pocos centímetros de nosotras vigilando cada uno de nuestros movimientos (probablemente nos vería cara de  ladronas, o de "pobres", o qué sé yo), e invadiendo nuestro espacio vital de lo cerca que estaba (la teníamos literalmente enfrente), hasta tal punto que nos sentimos incómodas y terminamos yéndonos. Cuando nos fuimos se separó del mostrador y volvió a su sitio. Fue una experiencia tan incómoda que al final me fui de ahí sin comprar nada, y es que tenía intención de llevarme el corrector, ya que una amiga mía tiene uno y le va bastante bien.

Justo al lado estaba el stand de NARS y la experiencia fue completamente distinta, la chica nos hizo la pregunta de rigor, y luego nos dejó mirar y toquetear a gusto, lo suficientemente lejos como para no intimidarnos pero a mano por si necesitáramos ayuda. En este casó sí que me quedaron ganas de volver y comprar algo (les tengo echado el ojo a los coloretes, aunque de momento no me los puedo permitir)

Da la casualidad de que hace más de un mes estuve en Inglaterra y pude entrar en una tienda física de MAC (no un stand) y fue algo alucinante, podías probar absolutamente todo, había espejos de mano, kleenex para limpiarte e incluso una bandejita con goupillons desechables para probar las máscaras de pestañas de manera más higiénica. Los empleados te preguntaban si necesitabas algo y si no te dejaban a tu aire y se iban a atender a otros clientes. Así sí que da gusto comprar, sin que te acosen ni vigilen como si hubieras hecho algo malo.

Y ahi no acaba todo porque después en Sephora me costó muchísimo que una de las dependientas me hiciera caso por fin y me informara sobre un producto porque había un grupo de señoras enjoyadas con abrigos de pieles que por lo visto olían más a dinero que nosotras, y que centraban su completa atención. Después pasamos por Bodybell, y ahí la encargada se tiró todo el rato siguiéndonos por la tienda cada vez que hacíamos un movimiento, ya estoy un poco acostumbrada, pero me sigue pareciendo vergonzoso.

Yo comprendo que estas personas tienen que estar encima del cliente le guste o no, porque sé de gente que ha trabajado en este tipo de sitios, porque sus superiores les obligan y no les queda otra si quieren trabajar; también entiendo que lamentablemente no somos todos igual de honrados, y que hay gente que se dedica a robar en las tiendas, y que por eso los empleados deben estar atentos a cualquier comportamiento sospechoso, pero lo que me parece indignante es que ya sólo por tu aspecto presupongan o asuman algo de tí que seguramente no tiene nada que ver con tu persona. Que te vean lucir una determinada ropa o estética y asuman que no tienes dinero para pagar sus productos, que no vas a comprarles nada, o que seguramente seas una ladrona. Que no te dejen ver y probar el producto con total libertad para saber si te conviene o no.

Así que con esas se me han quitado las ganas de volver a estos sitios, creo que de momento me quedo con mis perfumerías de siempre (especialmente Marvimundo), que tal vez no sean tan glamurosas ni tengan el mismo surtido, pero al menos me tratan como a una persona y me dejan mirar y curiosear sin seguirme todo el rato ni tratarme como a una ladrona. Y por eso siempre vuelvo y termino comprando algo.

¿A vosotras os ha pasado algo parecido alguna vez? ¿Tenéis quejas de alguna tienda en particular?