Mi experiencia con la permanente de pestañas
Hola a todas
Me ha costado volver a arrancar después de las vacaciones, pero vuelvo para contaros mi experiencia con la permanente de pestañas. Quienes sigáis el blog desde hace algún tiempo recordaréis con lo mío con mis pestañas es una frustración perpetua, porque las tengo cortas, escasas, lisas y hacia abajo, de tal manera que si me miras de frente casi parece que no tenga. Y de nada me sirve usar rizadores y máscaras alargadoras, al cabo de unos minutos se me vuelven a bajar. Las pestañas postizas también las he terminado descartando, porque no logro acostumbrarme a ellas ni aprender a colocármelas bien.
Por eso cuando hace una semana vi una oferta en Atrápalo de tinte y permanente por 18 euros (cuando su precio normal serían 30 euros) no me lo pensé dos veces. Acudí al centro de estética Soleil, en el centro comercial La Maquinista (Barcelona) y la chica que me atendió fue muy amable y simpática. A pesar de que mis pestañas son negras decidimos que me echaría el tinte de todos modos, ya que ayudaría a que se viese mejor el efecto. Estuve contándole a la chica los problemas que tenía con mis pestañas y cuando le mencioné lo del rizador me dijo que no me recomendaba nada su uso, ya que los rizadores doblan las pestañas y al final terminan rompiéndolas.
Me tumbé en la camilla y primero me aplicó la permanente, en un proceso que tardó unos 45 minutos. No se me hizo tan largo porque me pusieron música relajante y en ese rato me quedé dormida un par de veces, jajaja. Por último me echó el tinte, que fue más rápido. En total el proceso duró una hora y cuarto.
Los productos utilizados son hipoalergénicos y oftalmológicamente seguros (yo iba muerta de miedo por si me entraba algo en los ojos y me quedaba ciega, jajaja. A mí lo único que me picó fueron los restos del tinte cuando abrí los ojos al final del proceso, pero la chica ya me había advertido de ello. Me dijo que el escozor se pasaría en un rato y efectivamente, al cabo de unos tres minutos ya no me picaba. Lo que sí advierto es que aquellas personas que no estéis acostumbradas a que os toquen los párpados o que os dé grima lo podéis pasar un poquillo mal, pero se pasa rápido, lo importante es estar lo más relajada posible, ya que estáis en manos de un profesional y trabajan con sumo cuidado.
En cuanto al resultado estoy muy satisfecha. Me habría encantado terminar con unas pestañas largas y tupidas como las de Bambi, pero la cuestión es que mis pestañas son cortas y de donde no hay no se puede sacar, así que ya me puedo dar con un canto en los dientes. Ahora al menos se me ven pestañas vista desde frente, y puedo sacarle partido a la máscara Great Lash que me compré hace unos meses y que tenía muerta de la risa porque no me hacía ningún efecto. Ahora con la permanente me basta un toquecito de máscara para darle más intensidad a mi mirada.
Como muestra, fotos del antes y el después:
Perdonad la foto desenfocada de arriba del todo, no sabéis lo difícil que es sacar fotos de tus propios ojos cuando tienes prisa y encima al cabo de dos disparos se te apaga la cámara porque ya no te queda batería (siempre igual...) Como podéis ver en la última foto ahora al menos se me ven las pestañas ;-)
Y vosotras, ¿soléis haceros este tipo de tratamientos?
Pincha aquí para recibir las actualizaciones del blog por correo electrónico.
0 comentarios